Na Bauçana desde Calvià

Enseguida que nos adentramos en este nuevo camino, veremos en los pinos de la derecha unas horrorosas flechas rojas que coinciden con nuestra dirección. Poco más arriba cruza el camino la antigua canaleta (2’) que bajaba el agua desde el Pou Nou hasta el pueblo. Más adelante pasamos un viejo portillo sin barrera (1’) y después llegamos un claro a la derecha, donde encontramos un aljibe (3’). Se trata del Aljubet de Son Font, según un estudio sobre los depósitos de almacenamiento de aguas del término de Calvià y que me ha hecho llegar mi amigo Andreu Morell de Fonts de Tramuntana. Erróneamente, en la página web del Ajuntament de Calvià donde explican esta ruta, dicen literalmente que “este aljub en particular abastecía de agua al pueblo de Calvià antaño”, cuando está claro y así está reflejado en el estudio anteriormente citado, que por su estructura, se trata de un aljibe principalmente usado como abrevadero.
Dejamos atrás el aljibe y continuamos ascendiendo por el camino, ahora más estrecho, roto y empinado hasta llegar a un pequeño rellano (5’) desde el que ya podemos empezar a disfrutar de las vistas. Después el camino baja un poco, atraviesa una torrentera y después de una fuerte subida llega a un ensanche donde hay un cruce de caminos (6’); de frente hacia el Pou Nou y a la derecha hacia Galilea y Puigpunyent.
Vamos de frente por el camino que se irá estrechando poco a poco hasta convertirse en sendero y dejarnos frente al aljibe del Pou Nou (2’), alimentado por la fuente del mismo nombre, unos metros más arriba. Este conjunto hidrológico también se conoce como Font de la Vila y puedes encontrar información adicional en este enlace a la página de Fonts de Tramuntana.
Después de visitar el aljibe y la fuente, volvemos al cruce de antes (2’) y vamos a la izquierda, dirección a Son Font-Galilea. Llegamos al asfalto de la urbanización de Son Font (4’) y ascendemos por la calle, todavía Camí des Pou Nou, hasta toparnos con el Camí d’es Puig de Son Font (3’), donde un letreros nos indican seguir por la izquierda; por el Camí d’es Molí Fariner. Esta calle desemboca en otra, llamada del Camí de Son Font (7’), donde otro letrero nos indica también continuar por la izquierda. Esta calle llega hasta un amplio portillo sin barrera (11’) con letreros de dirección prohibida para los no residentes, tras el cual esta calle toma el nombre de Camí de Na Morruda, por donde continuamos.
Llegamos a la barrera de entrada a la finca de Na Morruda (3’), donde nos recuerdan que nos adentramos en una propiedad privada. Al otro lado de la barrera la pista continúa asfaltada hasta llegar a una zona de carga de agua para camiones cisterna (3’) –a la izquierda- y desde donde empezamos a divisar la redondeada forma del Puig de Na Bauçana, las casas de Galilea y el Puig de Galatzó. Continuamos por la pista –ahora de tierra-, que baja en una serie de lazadas, vuelve a subir y llega a una barrera metálica con una escalerilla a la izquierda que facilita el paso (14’).
Al otro lado de la barrera encontraremos enseguida un panel de Camina per Mallorca, donde explican la ruta que estamos realizando. A partir de aquí la pista se torna en camino, se adentra en el bosque, pasa una baja pared de piedra en seco, apenas perceptible y llega a un cruce (7’), donde a la derecha está indicado hacia Sa Coma de s’Aigo y a la izquierda no dice nada, pero es por donde seguimos, dirección Galilea. Al poco el camino se convierte en carretero, con algún tramo sostenido por unas magníficas paredes de piedra en seco y empieza a regalarnos magníficas vistas sobre Galilea y el Puig de Galatzó. El camino deja la zona boscosa para salir a otra más rocosa y despejada y después llegar a una bifurcación, donde a la derecha tenemos una baliza indicadora (14’). Tomamos la opción de la derecha, ya que el de la izquierda es un camino particular.
Continuando por esta opción de la derecha, al poco, el camino llega a una zona más amplia y despejada, donde hay un cruce (4’). Aquí tomamos la opción de la derecha, ascendente, hacia el Puig de Na Bauçana, abandonado el camino principal hacia Galilea. Enseguida cruzamos una pista transversal, siguiendo las marcas de pintura roja en el suelo. Nuestra pista, la de subida, gira a la izquierda, deja a la derecha un horno de cal (4’) y continua un buen tramo dirección Norte, hasta que describe un giro de 180º, para seguir subiendo, ahora dirección Sur, hasta llegar a un amplio rellano (14’). A la izquierda de éste hay una zona carbonera y justo encima tenemos el gran roquedal que conforma el Puig de Na Bauçana, nuestra meta en el día de hoy.
Nuestro camino continúa de frente, atravesando el rellano en la misma dirección de llegada, y en la siguiente bifurcación (1’), vamos a la izquierda, ya en claro ascenso. A partir de aquí encontraremos tramos escalonados y algún árbol caído sobre el camino que nos obligará a realizar alguna contorsión antes de llegar a la cima, que la tendremos a la derecha y coronada por el pilón de un vértice geodésico (13’).
Normalmente desde la cima se puede disfrutar de unas amplias y magníficas vistas sobre los alrededores, a pesar de ser una modesta cima de tan sólo 614 m. de altitud. Hoy no tengo suerte, ya que la zona está parcialmente tapada por las nubes. Así que no me entretengo demasiado en la cima y emprendo la bajada por el mismo camino de subida, hasta la entrada la explanada (11’), donde localizo un senderillo a la izquierda, dirección Sureste, que es por donde sigo. Enseguida se baja un pequeño bancal (1’) y poco después, a la izquierda encuentro un hito y una flecha formada con piedras (2’). No hago caso de estas señales y continúo por el sendero que discurre a la derecha del pino que tengo enfrente.
El sendero se va haciendo más evidente, pasa una pared y llega junto a una rejilla que delimita unos campos de cultivo (2’). La rejilla no la pasamos; voy a la derecha paralelo a ésta –ahora ya por camino más amplio- hasta encontrar un senderillo a la izquierda por donde me desvío (2’). Visto después sobre el mapa, el senderillo que sigo y el amplio camino por donde iba antes, acaban uniéndose. Siguiendo en la misma dirección, Suroeste, doy a una de las pistas principales de la zona (3’), después de pasar un pequeño derrumbe en una pared seca.
Esta amplia pista la sigo en el mismo sentido que llevaba antes, Suroeste, hasta llegar a una bifurcación (2’), que tomo hacia la izquierda. Dejo a la derecha una balsa (2’) que aprovecha muy bien los huecos entre las rocas y continúo hasta llegar al final de la pista, junto a una caseta de cazadores (3’).
Como los caminos más evidentes que salen desde aquí –sobre todo el de la izquierda- parecen no llevar la dirección que me interesa, tomo por “la calle de en medio”. Lo que dicho de otra forma, de espaldas a la puerta de la caseta, localizo –dirección Suroeste- restos de pisadas que se adentran entre rocas, olivos, pino y carrizos, volviéndose poco a poco más evidentes, de modo que facilitan la bajada de unos pequeños y bajos bancales. Voy girando gradualmente a la derecha –Oeste- hasta encontrar la pista principal del camino de Calvià a Galilea (7’), por la que había pasado anteriormente, poco antes del cruce de la Coma de s’Aigo.
Tomo la pista hacia la izquierda para llegar al mencionado cruce (2’), sigo hacia la derecha y llego hasta el letrero de Camina per Mallorca y a la barrera metálica (5’). Desde aquí el regreso es fácil, ya que no queda más que seguir a la inversa el camino hasta Calvià. Una vez en el pueblo, y a mitad del Carrer de Son Mir, giro a la izquierda por el Carrer de Jaume III (75’), para llegar al Carrer Major (3’), para descender por éste hasta el Aljub Vell (3’), en la misma calle, a la izquierda. Según reza en un panel informativo junto a éste, fue construido en 1616 por un acuerdo de la Universidad de Calvià, y con él quedaba asegurado el abastecimiento de agua a la ciudad. También reza en el mismo panel que este aljibe estaba alimentado por el Pou Nou y su canal, ambos visitados en el día de hoy.
En poco más llegamos junto al edificio histórico de Sa Societat, patrimonio del Estado desde 1977 y actualmente cedido en uso al pueblo. Éste hace esquina con la Avinguda de Palma, donde tengo el coche aparcado (2’) y doy por concluida la interesante ruta de hoy.

Recorte del mapa de Alpina de la primera parte del recorrido

Recorte del mapa de Alpina de la segunda parte del recorrido

Perfil y datos más relevantes de la ruta

3D de la primera parte de la ruta

3D de la segunda parte de la ruta