Travesía Coll de Sóller - Cúber

29-jun-2013+ ficha- fichaVer trackGalería de fotos Hacía bastante tiempo que teníamos en mente esta travesía y por fin encontramos el momento para realizarla. Tuvimos la oportunidad de dejar un coche, días antes, en las inmediaciones de Cúber, que es donde acabamos la ruta de hoy. Así evitamos el movimiento de coches el mismo día de la ruta, ya que al no ser circular, previamente hay dejar un coche en el punto donde acabaremos.
Así que, sin necesidad de los preámbulos, nos dirigimos directamente al Coll de Sóller, donde aparcamos. Iniciamos la ruta caminando por la carretera en dirección a Palma. Al llegar a la primera curva cerrada a la derecha, tenemos enfrente un portillo con barrera, que es el punto donde abandonamos la carretera. Pasamos por la rejilla de la derecha y vamos hacia la izquierda en busca de una pista, que dirección Norte y en claro ascenso, se adentra en el encinar hasta llegar a una pared con rejilla. Pasamos al otro lado y vamos hacia la derecha hasta encontrar un letrero de “peligro perro suelto” clavado en una encina. Aquí a la derecha tenemos otra pared con rejilla y marca roja, que también pasamos.
Al otro lado se inicia un sendero que va haciendo zigs-zags y ascendiendo por el encinar, hasta llegar a los pies de las paredes rocosas. Aquí vamos a la izquierda hasta encontrar una roca, que con letras y flecha roja nos indica el inicio del Pas d’en Topa. Este paso no entraña ninguna dificultad técnica, pero conviene no tener vértigo. Se trata de una estrecha repisa y unos escalones que nos ayudan a superar la pared, y que en el tramo más expuesto dispone de una cable de acero para asegurar el paso.
Una vez superado el paso, encontramos al otro lado un viejo camino, al principio no demasiado claro, que discurre hacia la izquierda, haciéndose cada vez más evidente. Este camino que mantiene siempre el mismo nivel, nos ayuda a salvar el Comellar des Diable. Después de pasar la torrentera, continúa otro tramo y acaba perdiéndose en una zona de rocas. Los hitos nos guiarán, ahora sin camino, dirección Sureste primero y Este después, hasta alcanzar la carretera asfaltada que sube hasta las antenas de la Serra d’Alfàbia.
En la carretera, andamos unos pocos metros hacia la izquierda, para encontrar enseguida, a la derecha, un camino bastante sucio de vegetación, que a veces resulta más fácil andar por fuera, que por él. En un principio discurre dirección Este y al poco realiza un giro brusco a la derecha, para ir ascendiendo suavemente dirección Suroeste. Pasamos junto a una sitja, a la izquierda y poco más arriba, el camino hace un giro cerrado a la izquierda, viendo enfrente entre los árboles una pared de piedra con rejilla, que llevaremos a la derecha un rato, pero que no atravesamos en ningún momento.
El camino se va separando de la rejilla y se convierte en amplia pista, que al poco nos regala unas excelentes vistas sobre Bunyola, Palma y la bahía. Llegamos a un cruce, donde tomamos hacia la izquierda; a la derecha iríamos hacia el Pas de Porc. Siguiendo por este ramal de la izquierda, pasamos junto a un coche abandonado; un todoterreno rojo. Poco después la pista describe una curva cerrada a la izquierda y después tomamos el primer desvío a la derecha; una pista en fuerte ascenso, que atravesando el Pla des Pins, nos conducirá hasta las antenas de la Serra d’Alfàbia.
En las proximidades de las antenas la pista describe una curva a la derecha, que es la opción más fácil y lógica, pero nosotros en el afán de ver la zona de Sóller y el puerto, seguimos recto hasta llegar a una rejilla donde giramos a la izquierda unos metros para disfrutar de las vistas y hacer las fotos de rigor. Regresamos unos pasos y rodeamos la rejilla, por la derecha, por la pista hormigonada.
En esta zona, las suelas de las botas de Juan, decidieron no seguir los pasos del cuerpo y separarse de éste. Por suerte en su botiquín llevaba venda adhesiva y pudimos operar de urgencia. Todavía quedaba mucho trecho para andarlo sin suelas.
Así que después de la “operación”, pudimos seguir esta pista que se acaba en las inmediaciones de una caseta. Continuamos sin camino hasta el collado que tenemos delante, junto a los cortados de la izquierda y merendamos a la sombra de unas rocas; después iniciamos la bajada hacia la pista, saltando de roca en roca y enfrentándonos a una alta rejilla, que por suerte había roto un pino al caer y aprovechamos ese hueco para poder pasar y llegar hasta la pista, por la que hubiésemos llegado más fácilmente, si arriba, junto a las antenas, hubiésemos seguido por el ramal de la derecha.
Seguimos la pista hacia la izquierda, dirección Noreste, hasta que pierde su amplitud y se convierte en camino. Después de una fuerte subida en una zona de carrizos, llegamos junto a un hito que nos marca, hacia la izquierda, la subida al Puig d’Alfàbia, que tenemos a tan sólo 2’. Aquí volvemos a coincidir con nuestros amigos y grandes montañeros Enric, Fernando y Josep; que ya encontramos cuando merendaban en la zona de las antenas. Regresamos al camino –los dos grupos, que compartiremos una tramo del camino- después de disfrutar de las vistas y continuamos en la misma dirección hasta llegar a un roquedal llano, donde a la izquierda tenemos la Penya de s’Anyell, a tiro de piedra. Nos acercamos hasta la peña, marcamos el punto de referencia y volvemos al camino, que poco a poco va girando a la derecha para bajar hasta el Coll des Jou.
Aquí nos despedimos de nuestros amigos, ya que a partir de este punto llevaremos direcciones distintas.
Nosotros atravesamos el collado en la misma dirección de bajada, hasta el inicio de una pista, donde a la izquierda encontramos la boca de una sima. Aquí hacia la izquierda arranca una pared de piedra en seco, que llevaremos a nuestra izquierda en la subida hacia la amplia repisa donde encontramos, a la derecha, una brecha entre dos encinas, por donde ascendemos. Superado este pequeño paso, giramos a la izquierda, buscando la parte más alta para alcanzar el Puig des Coll des Jou en x’ desde la brecha.
Desde la cima, bajamos siguiendo los hitos dirección Este, hasta alcanzar una pared de piedra en seco con rejilla, que pasamos por un portillo con unos palos, fáciles de sortear.
Después de pasar la pared descendemos a un amplio y despejado collado, que atravesamos en la misma dirección de bajada, Noreste, para acercarnos a una zona rocosa, que siguiendo los hitos, pasamos por la derecha y desembocamos en otra zona rocosa, que esta vez pasamos por la izquierda. Ya desde aquí vemos el Puig de l’Ofre o Lofra –como he visto escrito últimamente en algunos medios-, que es ahora nuestro principal punto de referencia, ya que seguimos los hitos y senderillos que nos conducirán hacia la base de su cara Sur. Así pasamos una pared seca, donde al otro lado, algo a la derecha hay un viejo catalejo  de monedas y poco después, hacia la izquierda el Coll d’en Poma.
A partir de aquí, la ruta se pone fácil; seguimos la pista hacia la izquierda y desembocamos en otra pista, que hacia la izquierda nos conduce hasta el Coll de l’Ofre. Desde aquí seguimos las indicaciones del GR221 en dirección a Cúber, atravesamos la torrentera que baja de la Font de s’Aritja y dejamos las casas de Binimorat a la derecha; atravesamos una barrera para los senderistas a la derecha de la de los coches; atravesamos la presa de Cúber y llegamos a la barrera que nos da el acceso a la carretera Pollença-Andratx, la Ma-10 en las inmediaciones del hito del kilómetro 34, donde algunos miembros de la expedición nos esperan, mientras otros subimos hasta las inmediaciones de la base militar, donde teníamos el coche para el regreso.